Capítulo 25

“Ayer me quemé la lengua lamiendo una cuchara caliente que encontré en la cocina. Por eso no puedo contestar la llamada, por eso te escribo nomás”. (Si meto las manos por debajo de mi cabellera y hago arañitas con mis dedos se me erizan los pelitos de la espalda como si fuera una gata). “Te voy a decir algo, no quiero que te molestes, pero vos no me gustás”. (No importa, podemos divertirnos igual. Basta con lo que vos me gustás. Quiero estar contigo, y que seas tierno, no como César…) “Ok”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario