Capítulo 22

-Jaha ko’ái, nde.[1]

-Xirú não sabe tocar violão com corda de aço, é fracote, só toca com corda de nylon. Empresta um violão com cordas de aço pra um paraguaio que você vai ver como os dedos dele sangram.[2]





-¿Qué dijo?

-Dice que nosotros los paraguayos no sabemos tocar con cuerdas metálicas, sólo con cuerdas de nylon porque nos corta ndaje.[3]

-Rapái[4] tembo, ta’e chupe.[5] Cambiaron el canal para ver ese programa jare,[6] yo quería ver el partido.

-Uno, dos, tres, cuatro. Cuatro paraguayos nomás somos acá, y el resto son todos brasileros.

-Jaha ko’ái, nde.

-O xiru é preguiçoso, é só olhar pro seu Martinez. Ele acorda as cinco da manha toma o seu chimarrão, vai pra chácara um pouquinho, volta e toma tererê embaixo da árvore; ele fica aí umas duas horas com o olhar perdido que nem esses monges, ou sei lá que diacho. Não quer trabalhar. Pra que quer terra?[7]





-Jaha ko’ái, nde.

-No. Adónde más lo que vamos a irnos.

-Parece que quiere llover.

-Sí, hay un vientito que sopla.

-Viento Norte.

-Hẽe.[8]
-Roque es mi jugador.

-No pero qué purete[9] que legalmente ya era esa flor que encontramos en el takuare’ẽndy.[10]

-Adónde más lo que nos vamos a ir...



[1] Vámonos de aquí.

[2] El paraguayo no sabe tocar guitarra con cuerdas metálicas, es debilucho, sólo toca con cuerdas de nylon. Prestále una guitarra con cuerdas de acero a un paraguayo y vas a ver cómo sangran sus dedos.

[3] Ndaje: Supuestamente.

[4] Rapái: (guar.) Véase Rapai (54)

[5] Maldito brasileño.

[6] Jare: Sucio. De porquería.

[7] El paraguayo es haragán, basta con mirar a don Martínez. Él se levanta a las cinco de la mañana a tomar mate, se va a la chacra un rato, vuelve y toma tereré bajo el árbol; se queda ahí unas dos horas con la mirada perdida, como la de esos monjes, o vaya a saber qué diablos. No quiere trabajar. ¿Para que quiere tierras?

[8] Hêe: Sí.

[9] Purete: Fenomenal, estupendo, genial, buenísimo.

[10] Takuare’ẽndy: Cañaveral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario